A tiempo real, vivimos la vida que otros no vivirán. Johnny et Sylvie (José Mº Sanz Loquillo/jaime Stinus, 2004), del álbum Arte y Ensayo.
Nada permanece, todo se desvanece… para ti la vida que te lleva, para mi la vida que me quema. Cruzando el paraíso (José Mº Sanz Loquillo/Gabriel Sopeña, 2008), del álbum Balmoral.
Et maintenant que vais-je faire… maintenant que tu es partie. Et maintenant (Gilbert Bécaud, 1962)
Jean-Philippe Smet ha muerto en Paris a los 74 años. Parecía imposible. Se le ha llamado y considerado «héroe», e incluso «dios». La ocasión invita a hacer mucha poesía con su partida. Ya se está haciendo.
Jean-Philippe Smet nos ha dejado. Siempre nos quedará Johnny Hallyday.
La dimensión cultural, social y política de un artista como Johnny Hallyday es inaprehensible en un país como el nuestro, tan dispuesto y diestro para maltratar a sus mitos, tan reticente a permitir que alguien alcance ese estatus.
Un mundo sin Johnny Hallyday: Jean-Philippe, la película
En 2006 se estrenó una película dirigida por Laurent Tuel que fantaseaba con la idea de que Jean-Philippe Smet nunca hubiera llegado a convertirse en Johnny Hallyday. El protagonista es Fabrice (Fabrice Lucchini), quizá el mayor fan de Johnny (aunque como cuando se trata de Elvis la disputa por serlo reuniría a cientos o miles de paladines en liza) que, después de recibir un golpe en un altercado, despierta en un mundo sin Johnny Hallyday.
En ese universo sutilmente distópico, Jean-Philippe Smet (interpretado por el propio Hallyday) sufrió un accidente de tráfico que le impidió participar en el espectáculo que lo habría consagrado, saliendo beneficiado otro aspirante que ocupará su lugar en la historia. El pretexto recuerda lo ocurrido con el hit Blue suede shoes, rentabilizado por Elvis Presley en 1956 mientras su autor, Carl Perkins, convalecía después de un accidente que frustró su actuación en el show televisivo de Ed Sullivan.
Jean-Philippe Smet es ahora el propietario de una bolera llamada l’Olympia (como el music hall de Bruno Coquatrix donde Johnny obtuvo sus triunfos definitivos), padre de un hijo llamado Laurent (realmente Hallyday tuvo dos hijos, David y Laura, aquí reunidos en uno) y escribe canciones que nadie habrá de escuchar. Los caminos de Jean-Philippe y Fabrice se cruzarán y el desesperado admirador hará lo posible para que la carrera de su ídolo se relance, o se inicie (con cuarenta años de retraso), para convertirse por fin en Johnny Hallyday. Impagable la escena en la que Johnny Hallyday actúa con su guitarra sobre un escenario precario delante de los internos de un geriátrico.
Es una película, como suele decirse, sin demasiadas pretensiones. Es un homenaje a sí mismo y también a sus admiradores (sus sosias a veces rozan la caricatura). Un gustazo autoparódico que Johnny Hallyday se regaló el mismo año que abordó su Flashback Tour con más de veinte actuaciones en el Palais des Esports de Paris antes de recorrer toda Francia. Jean-Philippe es un puro divertimento solo comprensible si se conoce algo de la cultura musical francesa y que, entonces, da la medida de lo que este artista ha representado, de lo que representa y representará en su país.
Es, fue, la última rock star. Él lo sabía y supo vivir asumiendo un papel que, pensándolo bien, no se antoja fácil.


Presentada en un digipack desplegable en tres paneles, sin libreto, incluye dos discos cuyo contenido básico es el siguiente:
DVD 1: la película (en francés, sin ningún subtítulo, con opciones 2.0, 5.1 DTS y 5.1), de 95 minutos aproximadamente y diversos tráilers.
DVD 2, bonus: making of , escenas descartadas y entrevistas.



Un mundo sin Johnny Hallyday: Jean-Philippe, la banda sonora
La banda sonora de la película Jean-Philippe viene presentada en super jewel case con libreto de 16 páginas. Consta de 20 tracks entre los que se incluyen grabaciones previamente publicadas de Johnny Hallyday (en estudio, directo e incluso maquetas de 1959) y varios cortes instrumentales.
El aliciente del disco es la inédita Rock and Roll Star, interpretada a dúo por Johnny Hallyday y Fabrice Lucchini.


Las frases promocionales y las sinopsis propuestas para la promoción de la película y sus posteriores ediciones audiovisuales destacaban una frase… Fabrice n’a plus qu’un seul but: ressusciter son idole, réveiller le «Johnny» qui sommeille en Jean-Philippe (Fabrice solo tiene un objetivo: resucitar a su ídolo y despertar al Johnny que duerme en Jean-Philippe).
La película Jean-Philippe planteaba un mal sueño. Una pesadilla. Un mundo sin Johnny Hallyday.
El miércoles 6 de diciembre de 2017, todos despertábamos precisamente a ese mal sueño.
Jean-Philippe ha muerto.
¡Viva Johnny Hallyday!