Al Dual, Reel Tour Reel 2023. Sala Rock & Blues de Zaragoza, 4 de noviembre de 2023. 21:00h.
El título del último trabajo de estudio de Al Dual, Reel to reel, nos remite a ese gozoso sonido tan real y físico, casi palpable, que se obtiene mediante magnetófonos de bobina abierta y cinta magnética. A innovadores registros que revolucionaron el mundo de la producción musical como aquella primigenia How high the moon multipista de Les Paul o las legendarias grabaciones del doble Ampex 350 de Sun Studios con su artesano y característico efecto slapback delay echo ideado por el perspicaz e imaginativo Sam Phillips. Y es que si algo ofrece Al Dual en el estudio o sobre el escenario es autenticidad y clasicismo bien entendido. Hablamos de un tipo de Murcia que, enamorado de los sonidos primitivos y seminales, hizo las maletas para beber de sus fuentes en la mismísima cuna del rock and roll y el country, que en 2018 fue reconocido en Memphis con el Ameripolitan Music Award como mejor solista rockabilly del mundo y al que la mítica marca Gretsch ha incluido entre sus abanderados. Desde su primera aventura de surf instrumental con The Luaus ha facturado tres EPs de siete pulgadas (uno de ellos grabado en los estudios Sun de Memphis) y un larga duración, y está prevista la inminente publicación de un doble directo grabado en la sala El Sol de Madrid durante la Noche de Reyes de 2023.

Con esta brillante hoja de servicios y un incontestable dominio de la sintaxis y la gramática del rockabilly se plantó Al Dual con su banda en el escenario de la sala Rock and Blues para inaugurar la gira de presentación de ese doble LP en directo que, lamentablemente, ha sufrido un retraso y no pudieron poner a disposición del público zaragozano. Mientras afinaba su guitarra antes de empezar el show, Al Dual se mostró de acuerdo con una voz del público que vio en aquel contratiempo una excusa para volver cuanto antes a esta ciudad. ¡Eso es ver el lado bueno de las cosas!

Con creepers y camisa de leopardo, pantalón con ribete lateral brillante, cadena para la cartera hasta la rodilla, Gretsch de color cereza cruzada sobre su blazer de doble botonadura, cabello encerado, piel profusamente tatuada y permanente sonrisa, Al Dual se lanzó a por un excitante repertorio que arrancó con Rockabilly train y los aires de latin rock bien aderezados con el saxo barítono de Guille Gosalbo en What a trip we lived.

Más reposadas sonaron la evocadora When I was younger (que no desmereció sin el suntuoso arreglo de cuerdas de la versión de estudio) y el melodioso country-soul del clásico Soldier of love, en las que brilló la armonía de los coros del teclista Nelo Cafaro y el bajista Alfonso Múgica. Con invitación al público a acompañar con palmas llegó el turno de I Iost my baby seguida de una brevísima pero muy intensa Who rocks the chicken. De nuevo los coros del teclista y bajista de la banda iluminaron Gold and silver (emulando a los Velvet Candles de la grabación original) antes de que, a la manera de Ricky Nelson, sonara Everyday I go home.

«Estas guitarras son muy bonitas pero se desafinan…», se excusó Al Dual después de A new day will be true mientras se concentraba en el clavijero de su Gretsch. La épica intro de Girl nos llevó a disfrutar de un trepidante juego de batería y piano mientras, sin interrupciones, el staff de la sala sustituía en plena canción uno de los monitores que había estado dando problemas. Bob Dylan está en todas partes, como demostró la versión de Baby I’m in the mood for you, canción en la que se han fijado desde Dion a la (pese a quien pese) inquieta Miley Cyrus.


A continuación anunció Al Dual una balada del último disco, para lo que sugirió que se amortiguaran las luces de la sala (sorprendentemente fijas) mientras volvía a afinar de nuevo la Gretsch. Dedicada a Mila Rodríguez (su esposa ausente esta noche sobre el escenario porque estaba «en casa con la niña, que está mala») sonó Lonely eyes. Fue seguida de otra dedicatoria, esta vez para la mencionada «pequeña», que no podía ser otra que Sue, Sue, Sue y que fue acompañada por las palmas cómplices del público. Tirando de Bigsby llegó ese trallazo que es Cadillac Funk, con solo de saxofón incluido, y la deliciosa Whiskey a Go-Go en la que de nuevo no podemos dejar de destacar la elegancia de los coros que acompañaban la voz de Al Dual. Con un apropiado, adrenalínico y selvático ritmo de bateria llegó el momento de rendir «homenaje al rey de la jungla» en Diddley is alive.

My love runs too much, enriquecida por un saxofón ausente en su versión de estudio, nos llevó a otro homenaje: esta vez a Cindy Walker, una de las grandes Damas del country, con It’s all your fault. En But I got a girl subimos a una locomotora de marcha endiablada, tanta como podían imprimir las teclas de un piano frenético y la agilidad de los dedos de Al Dual volando por el mástil de su guitarra. Sin bajarnos del tren y sin descarrilar a pesar de la temeraria velocidad imprimida en la recta final, encadenaron Call «Eo» to pray y We like to kick. Con Road to Memphis y su irresistible aroma a Chuck Berry dejaron el escenario para hacerse reclamar de vuelta para la consabida tanda de bises.

A la manera de Charlie Christian y con ecos de swing y jazz manouche sonó la pieza instrumental Early Blues, tras cuyo final Al Dual recordó a los maestros Django Reinhardt y Ricardo Manitas de Plata Baliardo (tan alejado y a la vez tan próximo al estilo que trabaja esta banda). Con la explosiva You keep me burnin’ el baterista Kiki Tornado hizo honor a su apodo sacando su lado más Keith Moon al tirar de una patada uno de los platos de su batería. Los ánimos estaban por todo lo alto para una segunda tanda de bises que se saldó con Blue’s back in town y Freight Train Boogie de los hermanos Delmore, pasada por el filtro de Doc Watson.

Un final apoteósico y furioso para una concierto que transcurrió con plácida impresión de fugacidad al construirse sobre canciones de breve duración ejecutadas con elegancia rabiosa, con precisión y sin alardes insustanciales, sin respiro ni discursos inanes, pero con una premura y urgencia que permitió armar un repertorio de casi treinta canciones en apenas hora y media de absoluto deleite que (sabia, previsible e inevitablemente) iban a dejarnos con hambre de más.
Ahora toca esperar aún con más ganas la llegada de ese doble LP grabado en El Sol de Madrid que deja registro de la gira Reel Tour Reel, para volver a recuperar las fabulosas sensaciones que nos dejaron Al Dual y su banda en la sala Rock & Blues.
